¿Es el diezmo una ley vigente para nosotros los gentiles?

Respuesta:

Con frecuencia recibimos mensajes de creyentes que están inquietos respecto al tema, debido a la presión que algunos pastores ejercen sobre ellos. Creo que en este tema, como en todos los demás, debemos buscar cuáles son los principios bíblicos, qué es lo que la Biblia enseña al respecto en su totalidad. No solo vamos a buscar un pasaje en determinado libro de la Biblia, sino que debemos ir a todas las Escrituras, es la única forma por la cual podemos estar seguros de llegar a conclusiones bíblicas.

 

Procedamos a responder con la Biblia su primera pregunta: ¿Es el diezmo una ley vigente para nosotros los gentiles?

 

No todos los mandatos del Antiguo Testamento eran exclusivamente para los judíos. Hay muchas prácticas y principios que siguen en el Nuevo Testamento, como el reunirse para adorar al Señor, etc. El Nuevo Testamento no discurre de manera prolija o detallada en especificar qué elementos del Antiguo Testamento pasan o deben conservarse en el Nuevo. Encontramos claras enseñanzas de aquellos elementos que se cumplieron en la obra y en la Cruz de Cristo, y por lo tanto ya no son vigentes en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, el libro de hebreos nos enseña que el sacerdocio levítico fue cumplido de manera perfecta en Cristo y ahora no necesitamos de una clase especial de sacerdotes en la iglesia cristiana, sino que todos, en dependencia del Gran Sumo Sacerdote, Jesús, somos un reino de sacerdotes. También el Nuevo Testamento nos muestra de manera clara que los sacrificios del templo judío se terminaron con la muerte de Cristo.

Pero muchos otros principios o leyes (morales) pasan a la Iglesia del Nuevo Testamento así esto no se encuentre especificado en las cartas escritas por los apóstoles.

El diezmo en el Antiguo Testamento cumplía varios propósitos:

– Era una muestra de agradecimiento al Señor al reconocer que todo lo que el hombre posee y todo el producto que recibe de la tierra y de sus actividades comerciales, viene de la mano pródiga de Dios. El diezmo fue una práctica pre-mosaica, antes de la Ley de Moisés. Encontramos a los hijos de Adán dando sacrificios a Dios de lo mejor que producía la tierra. Estos muchachos habían aprendido de su padre que es menester dar agradecimientos a Dios por todas las bendiciones que nos da, y ellos lo hacían sacrificando en un altar lo mejor de los productos recibidos (lea Génesis 4:1-4). Abraham también tenía la práctica de agradecer al Señor por todas sus misericordias a través de las cuales nos bendice con bienes materiales y tenemos el registro de cómo entregó los diezmos a Melquisedec, quien representaba el sacerdocio eterno de Cristo (lea Gen. 14:17-20).

– El diezmo es el medio establecido por Dios para sostener a las personas que se dedican tiempo completo para el trabajo en Su casa, que en el Antiguo Testamento era el templo y ahora es la Iglesia (1 Timoteo 3:15). El Señor ordenó a toda la nación de Israel que llevara sus diezmos al tabernáculo y al templo, pues, los sacerdotes y levitas, servían al Señor en los asuntos religiosos, y no debían ocuparse en labores ajenas al templo. (Lea Números 18:21; 18:24, 26). Los diezmos debían ser llevados solamente al templo (Lea Deuteronomio 12:11).

Podemos preguntarnos ¿Será que en el Nuevo Testamento los creyentes no tenemos el deber de ser agradecidos con Dios por todas las misericordias recibidas a través del trabajo? ¿Será que los obreros que se dedican tiempo completo al trabajo en asuntos espirituales no requieren que sean sostenidos con las ofrendas de los creyentes? Veamos lo que dice el Nuevo Testamento al respecto:

– El apóstol Pablo manda a los creyentes que, conforme a las ganancias económicas que cada uno tenga, lo lleve a la iglesia local el día del Señor, es decir, el día Domingo. “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado” 1 Cor. 16:2 Este pasaje específicamente está hablando de ofrendas para la obra misionera, aunque puede aplicarse a las ofrendas para el sustento de la obra de Dios, en general.

– El apóstol, dando instrucciones al pastor Timoteo, le insta a enseñar a la Iglesia la responsabilidad por el sostenimiento económico de los pastores o ancianos. Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla, y: Digno es el obrero de su salario.” 1 Timoteo 5:17-18. Es importante observar que la expresión “dignos de doble honor” se refiere al sustento económico, como luego puede colegirse de la explicación en el versículo siguiente: digno es el obrero de su salario.Ahora, el Señor Jesús y los apóstoles, a través del Nuevo Testamento nos muestran que la obediencia y el amor del pueblo creyente hacia Dios, es mayor en esta época que en el Antiguo Testamento, pues, disfrutamos de un mejor pacto, y las bendiciones de Dios son mayores. El Señor Jesús, en el Sermón del Monte, habló de la calidad en el cumplimiento de la Ley moral que debe dar el cristiano, él no rebajó la Ley sino que elevó la obediencia:

– La ley mosaica ordenaba no matar, pero Cristo dice que este mandamiento también se viola, no solo cuando tomamos un arma y asesinamos, sino cuando nos enojamos contra el hermano. (Lea Mateo 5:21-22)

– Respecto al adulterio también dice que este mandamiento lo violamos cuando nuestro corazón codicia a una mujer que no es nuestra esposa. (Lea Mateo 5:27-28)De manera que los creyentes del Nuevo Testamento, gracias a la obra completa de Cristo en la cruz, tenemos mayores ventajas que los del Antiguo, ahora podemos obedecer con mayor libertad la ley moral y podemos ofrendar y diezmar en agradecimiento al Señor, con mayor fuerza.

El Nuevo Testamento no dice que el diezmo haya cesado en la Iglesia Cristiana, es más, Cristo lo aprobó cuando dijo: “!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de aquello (diezmar) Mateo 23:23.

En un próximo mensaje responderé las otras preguntas que me ha enviado:

¿La maldición dada por Dios a su nación, según Malaquías es para nosotros también?
¿Es correcto que un pastor o líder religioso, haga seguimiento a sus feligreses, cuidando que diezmen para con ello librarles de no perder la salvación?
¿Es el diezmo una obligación o un pacto personal?
¿Es más importante para Dios en nuestros tiempos los diezmos que otra cosa, como lo hacen ver algunos pastores?

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